21 de mayo de 2011

Zodiaco de Dendera Parte 2

Luego de haber leído The Mayan Prophecies [Las profecías mayas] llegaron a mis manos algunas otras obras de esta índole. Según los autores del libro When the Sky Fell [Cuando el cielo cayó], la Atlántida se movió hacia el Polo Sur, debido a un enorme cambio de la corteza terrestre hace unos doce mil años. La base de esta hipótesis se halla en otro libro, The Path qfthe Pole [La senda del Polo] del profesor Charles Hapgood. En un prólogo para la primera edición de esta obra, Albert Einstein escribe:
"Con frecuencia recibo comunicaciones de personas que desean consultarme sobre sus ideas, que no han sido publicadas. De más está decir que estas ideas, rara vez tienen alguna validez científica. No obstante, la primera comunicación que recibí del Sr. Hapgood me dejó electrizado. Su idea es original, de gran c!mplicidad y, si puede demostrarse, será de gran importancia para todo lo que se relaciona con la historia de la superficie terrestre.
Gran cantidad de datos empíricos indican que en cada punto de la superficie de la Tierra que ha sido cuidadosamente estudiado, se han producido muchos cambios climáticos y aparentemente, de manera bastante repentina. Según Hapgood, esto es explicable si la corteza exterior de la Tierra, que es virtualmente rígida, de vez en cuando soporta un extenso desplazamiento de las capas interiores viscosas, plásticas y posiblemente fluídicas. Tales desplazamientos pueden tener lugar como consecuencia de fuerzas comparativamente suaves que se ejercen en la corteza y derivan del ímpetu de la rotación de la Tierra, la cual a su vez, tenderá a alterar el eje de rotación de la corteza terrestre. El autor no se ha circunscripto a una simple presentación de esta idea, sino que también ha expuesto, con cautela y en profundidad, el rico material que apoya esta teoría del desplazamiento. Creo que esta idea algo asombrosa, incluso fascinante, merece una seria atención por parte de todo aquel que se interese en la teoría del desarrollo de la Tierra".
En ediciones posteriores, el profesor Charles Hapgood escribe: "Los avanzados conocimientos de las condiciones de la corteza terrestre ahora sugieren que las fuerzas responsables de estos movimientos en la misma, se encuentran a cierta profundidad dentro de la Tierra, más que en su superficie.
A pesar de este cambio en el carácter de la explicación ofrecida sobre los movimientos, la evidencia de que estos se produjeron se ha multiplicado en los últimos años. Los temas principales del libro, es decir, los desplazamientos de la corteza que se han producido, incluso en una reciente historia geológica, y sus efectos en la formación de las características de la superficie de la Tierra, por lo tanto, permanecen inalterables".